Sesión 3

La clase de hoy, la hemos continuado con los xilófonos, y es que, tocarlo bien, no es tan fácil como parece, o al menos, como yo pensaba. Esta vez, con una baqueta en cada mano, teníamos que tocar una lámina alternando las manos, es decir: una lámina con la mano y baqueta derecha, y la siguiente lámina con la mano y baqueta izquierda, después con la derecha...y así sucesivamente. De esta manera, trabajamos nuestra manos más "torpe", y desarrollamos nuestra habilidad en ambas manos. Además, es muy importante también igualar la altura al levantar las baquetas, de forma que en el momento en el que la baqueta toque la lámina, suene igual que la otra mano, ya que si se levantan a distinta altura, la fuerza con la que se toca es diferente, y el sonido ya no es el mismo.

Por todo ello, hemos aprendido las 3 reglas que hay que seguir para tocar el xilófono adecuadamente, y que su sonido sea bueno:

• Alternar las baquetas con las manos: izquierda-derecha-izquierda-derecha...
• Igualar la altura de las baquetas cuando se levantan para tocar las láminas.
• Buena digitación, es decir, evitar el cruce de manos. En caso de que crucemos las manos, será nuestra mano hábil la que debamos cruzar, y es muy importante que seamos conscientes de si se nos da mejor empezar con la mano izquierda o derecha, ya que de ello, dependerá el desarrollo de la canción, así como su sonido.

Algo muy habitual y cotidiano que hacen los maestros en el aula, es la enseñanza en espejo, en la cual, tenemos que tener muy claro cuál es nuestra izquierda y derecha, y qué y cómo es lo que queremos enseñar, pues, nuestros alumnos, copiarán nuestros movimientos. Por ello, la técnica de la enseñanza en espejo es algo que hay que trabajar desde el principio. En mi caso, aunque no tengo dislexia reconocida, me cuesta mucho diferenciar entre izquierda y derecha, ya que mi mente sabe muy bien cuál es cuál, pero a la hora de decirlo o de hacerlo, hago lo contrario de lo que mi mente me dice. Así que, tengo un gran trabajo que hacer con ello.

Tras la parte más "teórica", pero práctica a la vez, individualmente hemos tocado la canción de la alegría con el xilófono, esta vez con 4 baquetas (2 en cada mano), pero tocando solo con las baquetas internas, de forma que cada vez, tocábamos una lámina con la derecha, otra con la izquierda, otra con la derecha...y así.

Cuando ya teníamos la canción más o menos, la hemos tocado en espejo. La primera vez que la he tocado en espejo, ha sido un tremendo desastre, hasta que una vez la tocas bien, y ya sale sola. Es curioso como la mente pone su modo automático con las cosas; y digo esto porque mientras la tocaba en modo espejo, no era para nada consciente de qué láminas ni notas estaba tocando, pero después de ensayarla tantas veces seguidas  sin el modo espejo, ¡ya sale rodada!

Para descansar un ratito del xilófono, hemos visto ( y digo visto, porque creo que no aprendido), como abrir y cerra un atril de los que hay en los colegios. A primera vista parece muy sencillo, pero en realidad, es un poco complicado, rompecabezas, locura....vamos, nada fácil. Parece algo muy básico y sencillo, pero es verdad que, tenemos que saber su funcionamiento, ya que en cuando estemos ejerciendo nuestra profesión, es MUY probable que tengamos que abrir uno de esos atriles...¡y además en público!, así que, más nos vale a aprender a cerrarlo y abrirlo.

He aquí el gran, fascinante, y sencillo atril:

Tras este pequeño paréntesis, volvimos al xilófono. Esta vez, a tocar la canción del exorcista (nada fácil al principio, por cierto). A partir de esta canción, estuvimos hablando sobre cómo enseñar las canciones (esta por ejemplo) a niños de infantil. Lo que yo creo que haría (aunque luego en el aula hay que improvisar e ir haciendo las cosas en función de su transcurso), sería dejarles en el xilófono solo las notas que tiene la canción, y asignarle a cada niño 3 notas (más o menos), pero es lo que he dicho antes, lo mejor es ver en vivo y en directo, y así vaya, adaptar la situación.

Y con esto, nuestra clase finalizó.