He decidido juntar las sesiones 20 (martes 28) y la sesión 21 (jueves 30) porque las hemos dedicado a aprender el villancico de "Noche de paz".
SESIÓN 20 (martes 28)
Esta vez, hemos sido nosotros los que hemos tenido que sacar las notas de oído y la estructura de la canción, pero siguiendo una estructura de aprendizaje que constaba de 3 partes:
1º Parte: aprenderse la canción con solo 2 baquetas, una en cada mano
2º Parte: aprenderse la canción con 2 baquetas, ambas en la misma mano, y la baqueta derecha tiene que dar en la nota de la canción
3º Parte: aprenderse la canción con 3 baquetas, 2 en la mano derecha y 1 en la mano izquierda. Con la mano derecha se toca de la misma forma que en la segunda parte; y la mano izquierda (con su baqueta) debe acompañar a la melodía, con la libertad de decidir cómo es el acompañamiento.
Tras estar toda la clase tocando, llegó el momento de tocar de uno en uno, frente al resto de la clase lo que habíamos conseguido sacar en el ensayo. En mi caso, la 2º parte la hice mal, ya que daba en la nota con la baqueta izquierda y no con la derecha, lo que hizo que me retrasase en el aprendizaje de la canción, y eso, sumándolo a la "presión" en la que toda la clase y el profesor están mirando, me llevó a un pésimo resultado, pero mejorable en la sesión del jueves 21.
SESIÓN 21 (jueves 30)
Esta sesión ha sido igual que la anterior, pero con la notable diferencia en la que hemos ido a otra clase de música a tocar una marimba. Nos ha resultado complicado tocar canciones en la marimba, y que no tiene las notas puestas, y estando acostumbrados a tocar con las notas, nos hemos encontrado bastantes perdido (sobre todo yo).
El sonido de la marimba es muy limpio, y dado que tiene muchas láminas, hay muchos sonidos, muy bonitos todos ellos.
He de decir como reflexión que, en mi caso (aunque creo que es el caso de la mayoría), me he encontrado muy perdida al estar delante da marimba porque no estamos acostumbrados a tener la libertad de hacer y tocar lo que queramos y como queramos, sin que nada nos diga dónde tocar; y es que estamos tan acostumbrados a que en todo momento nos digan "qué", "cómo" y "cuándo" tenemos que hacer las cosas, y es que nos resulta difícil dejarnos llevar y confiar en nosotros mismos ante situaciones nuevas.
Aunque puede que desde fuera pareciéramos indiferentes ante la marimba y el tener la oportunidad de tocarla, creo que lo que nos pasó es que nos sentíamos, como bien he dicho antes, perdidos; y además, ·defraudados· con nosotros mismos por habernos bloqueado de esa manera y no haber sido capaces de tocar lo que en clase sí podemos tocar.
Son experiencias y vivencias que nos sirven de mucho, y que, pasado un rato, nos damos cuenta de nuestra respuesta y el por qué de ella.
He de reconocer que hemos tenido una gran oportunidad, y no la hemos sabido aprovechar bien, pero ha sido todo, producto del miedo y la inseguridad de hacerlo mal y sentir que no valemos o no lo hacemos todo lo bien que podemos.
Y bueno, después de esta reflexión, creo que es todo, así que... ¡hasta la próxima sesión!




